EPISODIO 2 del 1 de Julio al 15 de Julio del 2013 - Voyage autour du monde de la famille LOPEZ RUBIO à bord de CABRANIA

En Philadelfia, y a causa del mal tiempo, nos suspendieron el vuelo a Hálifax. Afortunadamente y tras horas de espera y trámites, lo pudimos sustituir por otro vuelo Philadelfia – Montreal, y Montreal – Hálifax.
Con tanto cambio, las maletas se perdieron, como era de esperar, y no llegaron hasta dos días después de llegar a Hálifax.

Al margen, no recuerdo si os he hablado del comportamiento de la gente. En general los ciudadanos de a pie son muy amables y serviciales, ofreciéndote su ayuda incluso antes de que la solicites. Te observan por la calle con un mapa y enseguida te pregunta si necesitas cualquier cosa, o te acompañan si es que buscas algún lugar o te asesoran directamente para hacer algún trámite. En cuanto establecen contacto, te preguntan de dónde eres y se interesan por los motivos por los cuales estás en su país.

Recuerdo varios ejemplos curiosos :

En New York es frecuente encontrar edificios de apartamentos de lujo en las grandes avenidas, cuyas entradas principales estan cubiertas con un toldo semicircular que cubre todo el espacio entre la puerta del edificio y el borde exterior de la acera. Todos ellos disponen de conserge, que suele ser un señor elegantemente uniformado con gorra y todo.
Pués bien, un día pasando por delante de uno de esos edificios al pequeño Ion empezó a sangrarle la naríz, algo frecuente en él. Me paré para tamponarle la naríz y, sin apenas darnos cuenta, apareció el conserge que muy amablemente nos ofreció utilizar el baño, al darles las gracias y decirle que no era necesario, entró en el edificio y salió con un paquete de compresas de papel.

En otra ocasión paseando por un circuito propio para el footing, un corredor pasó por nuestro lado y sin parar nos preguntó si necesitámos algo o buscábamos algún sitio.

En el metro de New York, peleándonos con la máquinita expendedora de tickets, para averiguar cual era la opción de abono más interesante, una señora se acercó y no solo nos lo explicó todo con detalle sinó que nos aconsejo sobre la que más ventajas ofrecia.
En New York un viaje sencillo en metro resulta caro, pues vale 3,5 $, y no te da derecho más que a un trayecto (en Berlin un viaje en metro vale 2,5 € pero te da derecho a 2 h de utilización tanto en metro como en bus); sin embargo existe una targeta de 30 $ que te da acceso ilimitado durante 7 días. Los peques son gratis, cosa que podría parecer obvia, pero que no lo es, porque en muchos paises de Europa (Dinamarca, República Checa...) los niños pagan casi plena tarifa, tan solo estan exentos los de menos de 2 años.

Por supuesto que ir acompañados de un niño siempre es beneficioso, pues donde no llegamos los adultos llegan ellos con una simple sonrisa.
Además resulta extraño como todo el mundo que le mira se sorprende de sus gafas y las encuentra muy bonitas. Serà que en USA los niños no las suelen llevar.

Así pues. si en la calle la gente es servicial de manera poco habitual, almenos para mí, la cosa cambia cuando te refieres al servicio en bares, restaurantes, hoteles, comercios, taxis, taquillas... que son empleos ocupados generalmente por personal hispano o de color.
Tener en cuenta que tanto en USA como en Canadá la propina en restaurante o bares, es siempre obligatoria y está en torno al 15 % de la suma, como mínimo. En alguno restaurantes al final de la cuenta incluso te proponen tres porcentages de propina : 15, 18 y 20 %.
Es importante tenerlo en cuenta pues los precios tampoco incluyen nunca los impuestos (15 al 20 %) y cuando sumas los impuestos y la propina resulta que el monto total de tu cuenta se incrementa en más de un 30 %.
En los restaurantes fast-food no es necesario dejar propina y es poco habitual que lo hagan.

Teniendo en cuenta eso, el servicio, almenos en restaurantes y bares, debería de ser cuidadoso; pues no es el caso. Los hispanos son muy amables, tanto con propina como sin ella, pero la gente de color.... son terriblemente rancios. Tu eres el cliente y no se esfuerzan lo más mínimo ni para parecer amables. Y si se trata de trabajadores de empresas públicas (conductores de bus, vendedores de entradas, de atracciones...) entonces ya, apaga y vámonos. Llega un momento que pierdes la noción de quién sirve a quién (¿será un rollo de esos de odio racial ancestral?).
No sé, la cuestión, es que los blanquitos anglos, no sé dónde trabajan. Seran todos funcionarios del gobierno.

Bien, recuperando el hilo del relato, el día 8 de julio el barco que transportaba nuestra caravana,na llega a puerto, pero no es hasta el 9 de julio que podemos ir a recuperarla.
En realidad llega con una semana de retraso debido a problemas surgidos en el puerto de origen, ajenos a nosotros.El retraso a dado lugar a una semana de parón técnico en Hálifax (Canadá), que ha resultado un aburrimiento total, pues además de un tiempo que no acompañaba lo más mínimo (lluvia y frio 13 º) la ciudad no da mucho de sí.
Cuando la desesperación llegó a su punto más álgido, decidimos alquilar un coche y darnos una vuelta por los alrededores, para hacer más amena la espera.


Hemos tenido ocasión de visitar Lunnenberg, villa patrimonio de la UNESCO, pueblecito pesquero muy pintoresco, de bonitas casas de madera, pintadas de vistosos colores, con un puerto encantador.





Los acantilados fosilíferos de Joggins, patrimonio de la UNESCO, el mayor yacimiento mundial de fósiles la era del carbón (anterior al Jurásico). que han resultado básicos para el conocimiento y comprensión de esta etapa del planeta, anteriormente muy desconocida .
Te paseas en grupo junto con un guía, por el pie de los acantilados y te diviertes durante un rato imaginando que eres todo un paleontógo buscando fósiles de plantas o animales marinos. A Ion le encantó el juego y aunque no los lo creáis encontró algo que la guía juzgo interesante. Yo encontré varios trozos de carbón fosilizado (turba de hace 300 millones de años, convertida en carbón y posteriormente fosilizada y Luís encontró un verdader fósil del tallo de una planta.

Un paseo por la zona de le Grand Pré, la zona de mayor producción agrícola de todo Canadá, terrenos pantanosos sumergidos por las mareas y ganados  por el hombre gracias al trabajo colectivo de inmigrantes europeos (fraceses y holandeses) a través de la construcción de diques allá por el 1800, que convirtieron las tierras saladas en fértiles tierras de labranza y que en la actualidad siguen estando gestionadas y trabajadas en régimen colectivo por las famílias descendientes de aquellos primeros colonos, pioneros incansables.
Tanto el bello paisaje como la historia de esfuerzo y superación, le han valido a Le Grand Pré (la Gran Pradera en traducción literal) ser reconocido como patrimonio de la Unesco.

Después, un poquito de emoción conduciendo a través de todo lo largo y ancho (es un decir ) del Cabot Trail, una de las diez carreteras más emocionantes del mundo (está en la misma lista que la Trollstigen -escalera del Trol- y la carretera del Atlántico, ambas en Noruega,  las cuales tuvimos lugar de disfrutar durante el verano pasado). La Cabot Trail tiene un recorrido de unos 300 km alrededor de la isla de Cape Breton, donde se encuentra una de las principales atraciones de Nueva Escocia, provincia en la que nos encontramos en estos momentos de y la cual Hálifax es la capital.

En la isla se encuentra el parque nacional de Highlands Cape Breton, donde puedes hacer entre otras actividades, senderismo. Escogimos un itinerario con un desarrollo de 9,5 km, que el pequeño Ion, haciendo honor a su nombre (Ion es griego significa “el que camina”) superó como un gran campeón, sin ayuda, aunque con alguna protesta, justifica, en el último tramo.
El Cabot Trail serpentea entre pueblecitos de marcado carácter irlandés, hasta el punto que las indicaciones estan escritas en gaélico. En cualquiera de ellos se puede disfrutar de una divertida velada amenizada con música celta mientras saboreas una pinta bien fresquita. Aunque nosotros por ir acompañados de un menor, lo tenemos crudo, pues la entrada de niños en  los locales pub-restaurantes no está permitida a partir de las 21 h.
Próxima visita Québec....

Canadá es un país dividido en 13 provincias : Yukón, Territorios del Noroeste, Nunavut, Columbia Británica, Alberta, Saskatchewan, Manitova, Ontario, Quebec, News Brunswick, Nueva Escocia, Isla del Príncipe Eduardo y Terranova Labrador.

Su extensión es muy grande, pero su densidad demográfica es muy baja, lo cual provoca que grandes extensiones de terreno esten prácticamente deshabitadas, en parte debido a las difíciles condiciones climáticas, y por tanto se conservan en estado salvaje; de ahí la existencias de grandes parques y reservas naturales.

La mayor parte de la población canadiense se concentra en el Este del país (provincias de Nueva Escocia, Quebec y Ontario) en grandes ciudades como Quebec (190.000 hab.), Montreal (3,4 millones hab.), Otawa (900.000 hab.) y Toronto (4 millones hab.).

Los idiomas oficiales son el inglés y el francés, aunque en la práctica el más extendido es el inglés a excepción de la provincia de Quebec, de arraigada tradición independentista, donde la influencia es claramente francófona.

Para los que hablamos francés es algo difícil entenderse en Quebec, pues la variante del francés que aquí se habla, el quebequois, contiene gran número de expresiones y palabras propias, desconocidas para nosotros. Además de un acento muy marcado que obliga a acuciar bien el oído.

Por tradición Canadá ha sido un país de acogida, no en vano fué el primero en tener un ministerio de la Multiculturalidad, debido a la gran cantidad de nacionalidades y orígenes diferentes que conforman el tejido social del país : el 28 % de origen británico, el 23 % francés, 15 % europeo, 34 % otros orígenes.

Su economía basada en el petróleo (extraído de las arenas bituminosas de Alberta), maderas y otros recursos naturales, también se encuentra en un momento de recesión, aunque los entendidos (el FMI) prevee que para el 2015 sea el primer país industrializado en recuperar el superávit.

Dispone de sistema público sanitario, pero de servicios y coberturas precarios que obliga a  todo el que puede hacerse con seguros privados. En general la sanidad es cara.

Hablando de precios y de la cesta de la compra, Canadá es muy caro en comparación con la mayor parte de paises europeos, a excepción, como no, de Escandinavia.

En especial los productos lácteos, fruta y verdura, son un robo a mano armada. Aspecto que no me explico, pues sus vecinos, los estadounidenses, representan una de las mayores huertas del mundo.

Por poner un ejemplo (1 $ CAN = 1,36 €) :
litro de leche : 2,50 $
4 yogures 2,10 $
1 kg de manzanas  6 $
1 lechuga romana 2,5 $
1 kg de tomates 5 $
1 kg bróquil 6 $
1 kg queso manchego (sin marca) 48 $

Y algo que me sorprende mucho es precio del pollo, alimento básico en casi todas las culturas y de precio más bien bajo, pues aquí se trata de un manjar ya que el precio de  1 kg de pechugas es de 29 $.

En cuanto al pescado, a pesar del gran litoral de que dispone el país, no parece que el consumo de pescado esté muy extendido, pues las variedades que se consumen son pocas : bacalao, salmón, abadejo y la estrella de la gastronomia canadiense el... bogavante.

El precio del salmón puede variar entre 15 a 18 $ el kg.

Con esta magnitud de precios, se entidende mejor que llevar una dieta sana (mediterránea) basada en el consumo diario de frutas y verduras represente realmente un lujo, y que la población haga un uso abusivo del fast food, que aunque no sea muy equilibrado, a nivel de precio representa la opción más asequible.

Yo creía que los canadienses eran un ejemplo en el tema de concilación laboral-familiar y que las jornadas laborales eran mucho más flexibles que las nuestras. Pues va a ser que no, o almenos en el sector comercial. En las ciudades los comercios que encuentras son de ropa y poca cosa más. El gran tejido comercial se encuentra concentrado en grandes areas comerciales a las afueras de las ciudades, que reunen comercios de todo tipo (alimentación, ropa, zapatos, juguetes, bricolage, decoración, mecánica, regalos...), restaurantes, zonas de ocio, gimnasios, dentistas (es una curiosidad pero en todos los centros comerciales hay un dentista). En estos centros comerciales algunos grandes almacenes (tipo Carrefour) estan abiertos 24 h. Por lo visto los canadienses, también los estadounidenses, aprovechan para ir de compras después de irse de juerga y antes de irse a dormir la mona.

Bien Quebec es la capital de la provincia del mismo nombre. La primera ciudad fundada por Jacques Cartier, el primer colonizador de Canadá por parte francesa. Se configura como una ciudad a la vez que fortaleza militar, pues dispone de murallas y una ciutadela, que pese a no haberse utilizado con fines militares nunca, está conceptuada por Vauban, ingeniero militar de Luis XIV, responsable del diseño de las mejores fortificaciones francesas que nunca han existido, y de las cuales se conservan varios ejemplos aún hoy día.

Las casas del centro histórico de Quebec, patrimonio de la UNESCO, son construcciones de dos o tres plantas con una antigüedad máxima de 200 años. Las calles estrechas, y empinadas, pues salvo la zona del puerto, el resto de la ciudad está construïda en un acantilado desde el cual se dispone de una excelente vista del río San Lorenzo, principal vía de transporte de la época de la colonización y también de hoy día.
El ambiente es bohemio con pequeños restaurantes, terracitas, músicos callejeros y tiendecitas de artículos de artesania.

El  castillo de Frontenac domina las vistas del casco antiguo de Quebec.
Salido de un cuento de hadas, es una imponente construcción con torrecillas redondas coronadas con tejados de cobre verde. Es el hotel más lujoso de la ciudad, propiedad de la compañía ferroviaria que construyó el ferrocarril que conecta el Este con los lejanos territorios del Oeste del país, la mayor obra de infraestructura pública del país, aún en la actualidad.

El tamaño de la ciudad la hace propicia para descubrirla callejeando tranquilamente a pie, disfrutando de los encantadores rincones escondidos.