EPISODIO 6 - Voyage autour du monde de la famille LOPEZ RUBIO à bord de CABRANIA

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EPISODIO 6

EL DIARIO DE ANGELES

Ante nosotros se presentan dos nuevos parques nacionales : King Canyon, el cañón del río King, y Secoya Park.
Debido a la sequía el río King apenas si tenia caudal, a pesar de eso la verticalidad de las paredes de granito del cañón eran sobrecogedoras. Se trata de viejas piedras cubiertas por verde musgo (algo seco) y líquenes que le daban un bonito tono amarillo.
En alguna zona del parque pudimos observar una muestra curiosa sobre la sobreposición de estratos del terreno, donde se podía apreciar las diferentes composiciones de los mismos y cómo los movimientos de la corteza, han configurado un singular resultado de capas ondulantes superpuestas.

En los bosques de King Canyon además de secoyas existen otras variedades de coníferas también de gran calibre : Pino Ponderosa y Pino Dulce, que compiten en altura y antigüedad con las Secoyas Gigantes. De hecho en King Canyon existe una secoya gigante bautizada como General Grant a la que se le calcula una antigüedad de  milenaria.

En King Canyon se inicia una carretera bautizada como “Generals Route” o Ruta de los Generales, que conecta King Canyon National Park con Secoya National Park. Se trata de una carretera muy empinada, más bien estrecha y muy sinuosa, que sortea de manera delicada el paisaje montañoso escarpado, poblado de bosques frondosos.

Llegamos a Secoya National Park donde se encuentran la mayor concentración de Secoyas Gigantes maduras del mundo, el Giant Forest, el Bosque de Gigantes, donde se encuentra un magnífico ejemplar el “General Shermann”. La consideración de madura se la da la clasificación que de estos árboles se hace en función de su edad : jóvenes, adultas y maduras (antiguas).

Las secoyas son árboles de lo más curioso : para cualquier especie de árbol o arbusto el fuego representa un enemigo mortal, para las secoyas el fuego es imprescindible, las regenera; es más lo necesitan para completar su ciclo vital, su reproducción; tienen necesidad de al menos un gran incendio cada 20 años. Os estaréis preguntando, ¿porqué?
Ahí va la respuesta : el fuego daña a las secoyas como a cualquier otro árbol, a pesar de que su espesa corteza las hace muy resistentes, sin embargo los beneficios que obtienen de él sobrepasan los daños que les pueda provocar.

Las secoyas gigantes se reproducen por pequeñas semillitas en forma de copo de avena, que caen de las piñas hembras situadas en las ramas más altas, hasta las piñas machos que se sitúan por debajo de las mismas. Una vez fertilizadas, las semillas caen al suelo. Para que germinen es necesario cuatro factores : suelos limpios y despejados de vegetación, suelos ricos en nutrientes, agua y sol.
Aquí es donde interviene el fuego, en preparar el lecho ideal para que las semillas de las secoyas germinen sin problemas.

En los bosques, las secoyas cohabitan con otras variedades de coníferas, compitiendo con ellas por el espacio, los nutrientes y el agua. Con el tiempo el bajo bosque se cubre de importantes capas de hojarasca, y la espesura del follaje impide que los rayos de sol penetren y lleguen al suelo.

Un buen incendio limpia el bajo bosque, dejando el suelo cubierto con una capa de cenizas que se convierten en un excelente nutriente orgánico; además elimina  otras variedades de árboles menos resistentes a las llamas, lo que reduce la competencia por el aprovechamiento del agua, a la vez que despeja el espacio haciendo posible que el sol penetre bien. Eureka!! ya tenemos las condiciones óptimas para que las semillas de secoyas prosperen de maravilla.

En la actualidad los servicios forestales organizan incendios controlados puntuales en aquellas zonas donde la acumulación de hojarasca es importante.

Siento gran admiración por estos árboles. Me parece entrañable la sabiduría que emana de ellos y la serenidad que te transmiten al pasear por un bosque de estos adorables gigantones.
Os podéis creer que después de varios días compartiendo experiencias con ellos, me siento triste y con gran desasosiego, pues ha llegado el momento de partir y dejarlos atrás?... El pequeño Ion también les había cogido cariño y se despide de las estimadas secoyas con un emotivo : “hasta pronto secoyitas, me ha gustado mucho conoceros”.
Un conocido naturalista norteamericano, muy respetado por estas latitudes, John Muir, descubrió las secoyas y fue tal la admiración que despertaron en él, que dedicó su vida a su estudio y se convirtió en su más eférrimo defensor.

De nuevo de vuelta a la civilización, rumbo a Los Ángeles, la mayor metrópoli del estado de California, cuyos mitos y leyendas urbanas impregnados de grandes dosis de glamour y sofisticación, suscitan el interés y la curiosidad de muchos.

En Los Ángeles, no solo la ciudad en si es inmensa, sino que cuenta con un área metropolitana muy extensa que aglutina muchas localidades conocidas, como : Malibú, Santa Mónica, Venice, Long Beach, Pasadena, además de sus archipopulares barrios : Hollywood, Beverly Hills, Westwood.

En si misma, la ciudad carece de total interés, pues el centro histórico se concentra alrededor de los que se llama Los Ángeles Pueblo, que no es más que un puñado de construcciones de adobe de la época colonial española y mexicana.
El resto lo configura un sinfín de barrios, muchos de ellos de marcado carácter étnico, que conforman el tejido de una gran ciudad en extensión y superficie, pues carece por completo de rascacielos y todos sus edificios son de baja altura.

Los barrios más visitados y admirados, son en mi opinión, un gran circo para las masas : Beverly Hills escaparate de la vanidad humana, donde la opulencia y el lujo desmesurados, se hacen evidentes en las mansiones de urbanizaciones como Bel-Air o en las boutiques del famoso Rodeo Drive; Hollywood y todo lo que rodea a la industria del cine, no son una fábrica de sueños, más bien de pesadillas. Una fantasmada gigantesca, empezando por el paseo de la fama (el de las estrellas de latón incrustadas en el suelo) y acabando por los teatros de escaso o inexistente buen gusto.

Ni que hablar de Malibú, sin comentarios. Santa Mónica es como algunas ciudades malagueñas de esas que se hicieron tan populares hace un tiempo.
Venice es algo diferente, más mundana, y por tanto algo más real; solo algo no seamos tan optimistas. Cuenta con un paseo marítimo a lo largo de la playa, donde proliferan todo tipo de especímenes : culturistas, deportistas, hippies, buscavidas, indigentes, locos, loqueros, marijuaneros, borrachos y por supuesto turistas.
El tópico de las nenas despampanantes y los tíos cachas, luciendo palmito bajo el sol apabullante.... ni rastro; bueno el sol si que estaba.

Venice debe su nombre a la locura de un millonario aburrido que decidió un buen día construir una Venecia en California. El resultado, un barrio formado por cuatro o cinco calles de viviendas construidas al borde de plácidos canales, al más puro estilo de Venecia, incluidos los múltiples puentes.
Resulta un lugar agradable para pasear y admirar las casas, que, como podéis imaginar, deben de ser bastante elitistas por su situación privilegiada, pero que son de estilo variado y en la mayoría de los casos nada opulento ni ostentoso, más bien simpático.

Dejamos Los Ángeles, después de una visita más bien de compromiso que de interés real, en dirección a San Diego, última gran city del estado y puerta de entrada a Baja California, estado fronterizo de México.
Pasamos la frontera mexicana por Tijuana, con la intención de disfrutar de algunos días en tierras mexicanas, paréntesis en el trasiego de visitas de parques y ciudades.
Destino final Ensenada, enclave turístico playero, donde lo pasamos en grande tomando el sol, bañándonos, jugando, actualizando la web... en definitiva descansando.
A la vuelta entramos de nuevo a los EE.UU por la frontera de Tecate (México) y solicitamos un nuevo visado, necesario para poder finalizar nuestro viaje en USA.

La GRAN SORPRESA al llegar a los EE.UU, el “shutdown” traducción literal “bajada de persiana” que el gobierno Obama ha declarado de manera indefinida que ha provocado, entre otras cosas, el cierre de todos los parques, monumentos, sitios de interés y museos Nacionales.
Toma castaña! y cuánto durará?, quién lo sabe?, si demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo para aprobar el presupuesto anual 2013 (estamos en octubre...) el gobierno tiene prohibido por la Constitución continuar funcionando sin presupuesto de gastos, con lo cual debe reducir el gasto público, manteniendo únicamente las funciones básicas (ejercito, educación, policía, sanidad). En la frontera estadounidense-mexicana, un poli de inmigración nos confirmó que están obligados a trabajar con suspensión de salario. Washington D.C. donde se concentra la mayoría de la administración federal, está prácticamente en suspensión total.

Las inesperadas circunstancias nos obligan a replantear nuestro itinerario, pues el plato fuerte de visitas a Parques Nacionales en territorio de EE.UU, que habíamos previsto inicialmente justamente empezaba ahora, en la zona central del país. Para colmo la única ciudad que esperamos visitar en muchos días era Las Vegas, o sea que no teníamos donde entretenernos hasta ver si se resolvía la situación política o bien continuábamos ruta hacia el Este dejando atrás un montón de lugares interesantes...

Con algo de optimismo nos encaminamos hacía Anza-Borrego Desert State Park, un parque estatal, que por estar gestionado por el Estado de California, está operativo.
Se trata del mayor parque estatal existente en el país, con excepción de los de Alaska. Consiste en una gran superficie desértica, donde abundan una variedad impresionante de cactus de todos los tamaños y formas.
A mí, que personalmente me apasionan, he disfrutado de lo lindo. Hemos hecho un corto trail, llamado paseo por el jardín de cactus, que ha resultado algo peligroso pues aunque no era largo, era empinado y el sendero estrecho, sorteando a un lado y otro cactus amenazantes.
El paisaje de bastas llanuras desérticas, se ve salpicado con palmerales muy pintorescos:  las palmeras conservan todas sus hojas secas en la parte baja del tronco, de manera que asemejan faldas hawaianas, y a lo lejos se diría que se trata de un grupo de danzarinas exóticas, que mecen sus cuerpos al compás del viento.
El parque debe su nombre a Anza, primer explorador europeo, español para más señas, que se atrevió a atravesar estas inhóspitas tierras, y borrego pues es el hábitat del borrego cimarrón (una especie de carnero salvaje).
Contrariamente a lo que podría parecer a simple vista, se trata de un lugar lleno de vida animal y vegetal. Un verdadero ejemplo de adaptación y superación a un clima y condiciones adversas, especialmente diseñadas para anular la existencia de cualquier tipo de vida.
Cerca de Anza-Borrego S.P, se encuentra Joshua Tree National Park que se encuentra, lógicamente fuera de servicio. Así que decidimos encaminar nuestros pasos hacía Mojave National Preserve, una alternativa muy válida al anterior parque. En este lugar proliferan un tipo de Yuca llamada árboles de Joshua, que el grupo de música U2 hizo muy popular tras titular "Joshua" uno de sus álbumes de mayor éxito.
Resulta extraño el paisaje que dibujan estos árboles tan especiales, que abundan en estos terrenos pedregosos, de consideración desértica.

La siguiente etapa Death Valley National Park, que aunque permanecerá parcialmente cerrado por ser parque nacional, puesto que lo atraviesa una carretera de uso público, una sección del parque puede ser visible recorriendo dicha ruta, catalogada de pintoresca o "Scenic Route".
El "Valle de la Muerte"... en el punto se encuentra el punto más bajo de los EE.UU, el llamado de Badwater a 86 m por debajo del nivel del mar. En 1913 se registraron las temperatura más altas del país, 56º y por supuesto sin apenas precipitaciones. Un verdadero infierno..., salvo que a nosotros nos llovió y además no hizo FRÍO !!!! increíble pero cierto, sobretodo teniendo en cuenta que lo que nos podíamos esperar era temperaturas máximas entre 36º y 40º, en octubre.
Durante el recorrido pudimos ver un lago de sal y el disfrutar de las impresionante vistas desde Zabriskie Point, mirador desde el cual se disfruta de panorámicas excepcionales del valle a través de doradas tierras yermas, erosionadas, formando ondas, pliegues y barrancos.
La visita no ha sido todo lo completa que hubiéramos deseado, pero al menos nos ha servido para hacernos una idea bastante buena.

Rumbo a Nevada, cuya mayor atracción (o más bien la única) es la ciudad de Las Vegas.
Qué decir de Las Vegas ?. Está construida en mitad del desierto de Nevada, en una tierra donde nadie hubiera invertido, salvo la mafia, que fundó el primer casino de Las Vegas, en un lugar carente de cualquier encanto, para  escapar de las miradas acusadoras y que sus actividades ilícitas pasaran desapercibidas.
Desde aquel primer casino, los establecimientos de juego han proliferado sorprendentemente, a la vez que otros relacionados con la diversión, la distracción y el sexo.
Esta Sodoma y Gomorra moderna sigue siendo motivo de mucha controversia, debido a que los estados más conservadores del país, no ven con buenos ojos la legalización del juego y la prostitución que en Nevada es un negocio floreciente.
Personalmente lo que he percibido es un ambiente de distensión total, un lugar peculiar donde todo está permitido, al que la gente acude en masas para disfrutar de unos días de lujo y desenfreno, que de alguna manera,  les hace sentir importantes y los enajena del día a día cotidiano.
Sorprende ver como se fuma por doquier, incluso en el interior de hoteles, casinos, bares, restaurantes...; se bebe incluso por las calles, es habitual ver a la gente pasearse despreocupadamente bebiendo cervezas o grandes vasos de cócteles a cualquier hora;  se comercia a plena luz del día y en plena calle con el sexo incluso a domicilio...

Son, en definitiva, unas breves vacaciones de desenfreno. La primera y quizás única ocasión para muchos, de estar tan cerca del lujo en su máxima expresión.
Un gran espejismo de oropel y neón, una cara ilusión descarada, creado al más puro estilo americano : Disneyland para adultos.
Y encima casi seguro que no ganarás ni un duro en el casino, recuerda está máxima : "La banca siempre gana".

Toda la actividad se concentra en una larga avenida llamada "The Strip", flanqueada de grandes hoteles de lujo, cada uno de ellos con al menos un gran casino. Resulta un hervidero de gente, un ir y venir continuo tanto de día como de noche.
Me pregunto si alguna vez se descansa.

La mayoría de hoteles se comunican con pasarelas interiores para ofrecer al público un acceso directo de casino en casino, sin ni siquiera necesidad de pisar la calle.
Del buen gusto en el estilo de los hoteles, prefiero no hablar para no ofender inintencionadamente a aquellos a quienes les ha encantado y sorprendido la ciudad.
Solo destacar la recepción del hotel Casino Bellaggio, quizás el más refinado de cuantos hay. En ella sorprende y cautiva la belleza de una soberbia escultura formada por 2.000 flores de vidrio soplado, colgando de una compleja estructura en el techo, obra de Chihuly, (para Maite y todas mis compañeras vitraleras : era...acojonante).

Y en medio de este desmadre, nos topamos con una manifestación organizada por los trabajadores de cocinas de un gran hotel, recientemente adquirido por Deutche Bank. Preguntamos a un participante sobre las reivindicaciones y se trataba de una protesta para exigir a la Dirección la firma y renovación del actual convenio colectivo. En caso contrario significaría una disminución salarial y posibles despidos.
Esta es sin duda la otra cara de la moneda, la realidad diaria de aquellos que con su trabajo hacen posible que el escaparate de Las Vegas brille un día tras otro.

Hablando de brillo, observar de noche Las Vegas, en la quietud de la lejanía, es espectacular, casi más que desde sus calles. Nunca vi una ciudad que desprenda más kw de luz. Con razón los cosmonautas dicen que es visible des del espacio.
Y quien garantiza el suministro de los miles de bombillas de las miles de máquinas tragaperras, pues la central eléctrica situada en la presa Hoover.
La presa Hoover en el río Colorado, fue la mayor del país. Se encuentra entre los estados de Arizona y Nevada. El coste de su construcción fue asumido a partes iguales por el Gobierno Federal, el estado de Nevada y el de Arizona.
Se trata de una impresionante obra de ingeniería civil, en un elegante estilo Art Deco.

Siguiente etapa de nuestro viaje, el Valley of Fire State Park de Nevada. Este parque no estaba previsto en nuestro itinerario, pero ha resultado una alternativa muy acertada.
Un espectacular paisaje de montañas de piedra arenisca intensamente roja, delicadamente esculpida por la erosión de millones de años. Carreteras sinuosas serpenteando entre escarpados cañones, monolitos de formas caprichosas, petroglifos indios gravados sobre las rocas... y sobretodo, una intensidad de colores casi dolorosa.

Dejamos el estado de Nevada aún con la incertidumbre de ¿cuánto más va a durar el shutdown?, seguimos con gran interés las noticias al respecto, pero nada nos hace pensar que la casa vaya a solucionarse en breve. Al entrar en el estado de Utah, en el Centro de turismo situado justo en la frontera nos informan que el estado se ha hecho cargo de la reobertura de los parques nacionales situados en su territorio, Eureka!!! pues en tierras de Utah se encuentran cinco grandes parques nacionales : Zion, Bryce, Arcs, Capitol Reef y Canyolands.
Utah, estado mormón, nos da la bienvenida con una GRAN NOTICIA, de nuevo a toda máquina para recuperar el tiempo perdido.

 
 
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